Maltrato animal
Una de las peores cosas que existen es el tristemente común, maltrato animal.
Los animalitos son maltratados diariamente por sus propios dueños; algunos de ellos son llevados hasta la extenuación, mutilación, parálisis, daños irreparables, al borde de la muerte o a la muerte misma. Esto lo hacen individuos que han elegido tener un animal indefenso y desprotegidos.
Es impactante ver, por ejemplo, en las calles, carretillas repletas de escombros y muchos otros elementos pesados, que son arrastrados por escuálidos caballos que, a cambio de su arduo trabajo, no reciben ni siquiera el mínimo cuidado requerido.
Otro ejemplo frecuente son los animales que son usados para los circos y demás espectáculos de este tipo, los cuales reciben maltratos, golpes, abusos: pero estos, a diferencia de muchos otros, les cuidan su apariencia física, ya que la gente paga por ir a verlos hacer sus “fabulosos” actos.
Los toros son un gran ejemplo de esta clase de maltrato animal. Las personas van a la plaza, donde ya varios animales han sido seleccionados y comprados previamente para su matanza. El torero entra orgulloso a la arena, en donde después de una agitada faena con el animal, la mayoría de veces terminan con una oreja de estos en sus manos, o peor aún, queda el pobre toro tirado en el piso, estático como una roca, tratando, quizás, de disimular el dolor que siente porque lo han chuzado anteriormente.
Muchas personas creen que la tauromaquia puede darles algún tipo de estatus o un lugar en que puedan encajar en la alta sociedad. Pero es todo lo contrario. Este espectáculo es totalmente salvaje. ¿Por qué no se dan cuenta? Están apoyando la crueldad y el asesinato de un indefenso animal, que lo único que debería estar haciendo es habitando en su lugar natural.
Por otra parte es degradante ver el lugar en el que habitan la mayoría de los animales que son víctimas de abusos. En algunos casos tan estrechos, que ni siquiera pueden moverse. Violándoles así su derecho de ser libres y habitar en el lugar que les corresponde a cada uno.
En conclusión, menos palabras y más acción. Debemos interesarnos más en el cuidado de la naturaleza y el medio ambiente, y proteger a los animales, porque ellos habitan el mismo planeta y respiran el mismo oxigeno que los seres humanos.
La violencia es violencia: una persona que abusa de los animales no tiene empatía hacia otros seres vivos y tiene el riesgo de generar violencia hacia las personas.
Una de las peores cosas que existen es el tristemente común, maltrato animal.
Los animalitos son maltratados diariamente por sus propios dueños; algunos de ellos son llevados hasta la extenuación, mutilación, parálisis, daños irreparables, al borde de la muerte o a la muerte misma. Esto lo hacen individuos que han elegido tener un animal indefenso y desprotegidos.
Es impactante ver, por ejemplo, en las calles, carretillas repletas de escombros y muchos otros elementos pesados, que son arrastrados por escuálidos caballos que, a cambio de su arduo trabajo, no reciben ni siquiera el mínimo cuidado requerido.
Otro ejemplo frecuente son los animales que son usados para los circos y demás espectáculos de este tipo, los cuales reciben maltratos, golpes, abusos: pero estos, a diferencia de muchos otros, les cuidan su apariencia física, ya que la gente paga por ir a verlos hacer sus “fabulosos” actos.
Los toros son un gran ejemplo de esta clase de maltrato animal. Las personas van a la plaza, donde ya varios animales han sido seleccionados y comprados previamente para su matanza. El torero entra orgulloso a la arena, en donde después de una agitada faena con el animal, la mayoría de veces terminan con una oreja de estos en sus manos, o peor aún, queda el pobre toro tirado en el piso, estático como una roca, tratando, quizás, de disimular el dolor que siente porque lo han chuzado anteriormente.
Muchas personas creen que la tauromaquia puede darles algún tipo de estatus o un lugar en que puedan encajar en la alta sociedad. Pero es todo lo contrario. Este espectáculo es totalmente salvaje. ¿Por qué no se dan cuenta? Están apoyando la crueldad y el asesinato de un indefenso animal, que lo único que debería estar haciendo es habitando en su lugar natural.
Por otra parte es degradante ver el lugar en el que habitan la mayoría de los animales que son víctimas de abusos. En algunos casos tan estrechos, que ni siquiera pueden moverse. Violándoles así su derecho de ser libres y habitar en el lugar que les corresponde a cada uno.
En conclusión, menos palabras y más acción. Debemos interesarnos más en el cuidado de la naturaleza y el medio ambiente, y proteger a los animales, porque ellos habitan el mismo planeta y respiran el mismo oxigeno que los seres humanos.
La violencia es violencia: una persona que abusa de los animales no tiene empatía hacia otros seres vivos y tiene el riesgo de generar violencia hacia las personas.
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